Aceptar el aburrimiento significa des-centrarse, asumir que mi tiempo no es solo mío, que el tiempo que dedico a otros (a escuchar sus problemas y a compartir sus preocupaciones, aunque ni unos ni otras sean los míos) no es tiempo perdido, y que no tengo derecho a exigir que el mundo entero gire en torno a mi ombligo para mantenerme entretenido.

Texto completo de la entrada
aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario